Sería Friedrich Jürgenson, a finales de los años 50, su descubridor y testigo inicial. En su búsqueda por captar el sonido del trinar de los pájaros en su grabadora de audio como parte de un proyecto documental logró escuchar inicialmente la voz de un hombre hablando en noruego y luego la voz inconfundible de su madre ya fallecida llamándole por su apodo de niño: "Fridel, mi pequeño Friedel, ¿puedes oírme?"
Otros investigadores inquietos por el descubrimiento Jürgenson, como Konstantin Raudive comenzaron a experimentar tratando de establecer contactos más claros con los seres captados en sus aparatos de audio.
Algunas otras hipótesis sobre el fenómeno sea para desmentirlo, criticarlo o elevarlo, son por ejemplo: la ventriloquía inconsciente de los investigadores, es decir que emitan sonidos involuntarios durante la investigación, interferencias radiofónicas, dimensiones paralelas, o efectos como la pareidolia, donde nuestro cerebro cree reconocer como un mensaje coherente, un grito o palabras cualquier ruido captado por el aparato grabador.
Incluso en Estados Unidos existe una asociación sin ánimo de lucro para la investigación de estos fenómenos, cuyo equipo compuesto por parasicólogos, especialistas en audio y aficionados e historiadores, han vivido experiencias extraordinarias de comunicación "Con el más allá".
Unas de las psicofoniás más famosas de la historia son aquellas donde se asegura captar la
psicofonía más larga y terrorífica del mundo, captada en Madrid en el chalet de Germán de Argumosa, escuchen!
La otra es aquella captada en los años 80 por Dr. Azzacov y su equipo de geólogos en Siberia, haciendo una excavación de un poso de 14.40 kilómetros de profundidad donde descubrieron una caverna cuya temperatura era de 1000 º C, ellos descendieron un micrófono para analizar la dimensión de dicho espacio.
La grabación captada por el micrófono provocó que la mitad del equipo renunciara al instante, otros debieron recibir asistencia y tratamiento médico, la excavación se suspendió:
Juzguen ustedes.